Si un lugar tiene historia queda en la memoria para siempre.

Los lugares de la memoria, los lugares del corazón.

Cuando tenía 23 años, mi padre y mi abuela fallecieron, dejándome una casa de campo muy antigua y muy querida.
En ese momento yo estaba estudiando derecho y estaba muy ocupado tratando de convertirme en abogado.
Había pasado mi infancia en esa antigua granja y la idea de que ya nadie cuidaba ese lugar era terrible... Por eso elegí cambiar mi vida y renovar estos lugares antiguos para hacerlos brillar, como cuando era niño. !
Decidí combinar el amor por mi tierra, el turismo, la elegancia y comodidad del alojamiento con la sencillez y rusticidad de la vida en el campo. ¡El resultado me hace feliz todos los días!
Quienes vengan aquí podrán decidir disfrutar de las comodidades de los apartamentos o caminar y relajarse en el jardín.
¿Qué estás esperando? ¡Te estamos esperando!